Androide inservible
Se necesitó una lista de instrucciones
de las tragedias que no debían cometerse
para que eventualmente él ser pensante
tuviera claras las ideas de cómo destruirse
como si aclamara una ley de Murphy
La calle cubierta de luces tan neones
como rayos equis de captaciones,
están llenas de las desventajas de pensar bajo drones
y jugar a explotar recursos de un planeta con límites
No hay mucho que decir acerca de lo que puedo ver
desde arriba de los edificios a punto de caer
observando la x de Juárez resplandecer
viendo los autos a vuelo alto con infracciones
comunicando todo a través de pantallas pegadas a sus fracciones
Los humanos son torpes, ruines y vengativos,
Hasta una máquina de códigos mal formulados
en varios lenguajes programados puede notarlos
Y lo que siento es envidia de seres tan perezosos
Las ciudades decayeron cuando las dos moléculas
de oxígeno a pares con hidrógeno se volvieron
un cuento de lo que alguna vez se llamó para todos
cayendo en las manos de los nada pobres burgueses
Pero ellos mejoraron lo que no era importante,
cuantos aparatos y androides pudieron realizarse
para mejorar la vida que aparentemente les eran
tan complicada, sino fuera por sus tantos conflictos sociales
Y es que sigo volando aquí,
viendo las máquinas fáciles de hackear
de los barrios pobres con vendedores de tacos
con brazos de titanio,
donde los humanos nos desterraron al cambiarnos
Se les dice humanoides
como si eso no significará que son más hábiles
y crueles de lo que jamás se habían imaginado
y buscan erradicar al apoyo que ellos crearon
Fuimos tantas cosas al principio,
un trabajador honesto, una dama de acompañamiento,
un contador, una apoyo al ingeniero
pero ahora no somos nada
Y sigo volando,
buscando perderme en el rastro
de la luz artificial de las ciudades flotando
hacia el suelo que alguna vez fue poblado

Elahí Roboa es el seudónimo de la joven escritora y poeta mexicana. Ha publicado en diversas páginas y revistas por la web. Actualmente estudia en la UACJ.