Completo Camagüey
Todas las tardes, el viejo miraba hacia el balcón tratando de recordar aquellas imágenes que parecían sombras. Se veía a sí mismo, de niño, observando una lagartija que caía del muro y se estrellaba contra una piedra, desmembrándose por completo. Acto seguido, un gato se comía a la lagartija, dejando un cuero escamoso lleno de sangre tirado sobre la grava. También recordaba a su esposa, amamantando a su hijo, sentada en una banca de la plazuela, con el pecho libre, mientras la gente pasaba y le sonreía. Y recordaba cuando…
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