Dos nombres para Teresa
Cuento seleccionado en la convocatoria «Todos Somos Teresa» VioletaEsta mañana de sábado la salud del mundo depende de que Teresa atienda con devoción sus violetas. Sus ojos y manos destilan hacia ellas la inusitada ternura que difícilmente prodiga a los mortales comunes. La miro desde la cocina, convertido en enemigo mortal de las violas odoratas. Deseo ser al menos una de sus hojas, un peciolo, la raíz, la tierra que las nutre o milagrosamente la flor. Bastaría con ser el depósito de tierra fértil que también sabe de sus manos…
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