Crónica de una infección
Una colaboración de:
La Pandemia de la Desinformación
Como muchas células en el cuerpo humano, todas hemos pasado por tiempos difíciles, las amenazas nunca escasean cuando eres parte del sistema de defensa del cuerpo y por lo general nuestro trabajo es de tiempo completo.
Recuerdo una época de tiempos oscuros, donde hasta las células más letales del sistema inmune temíamos no poder combatir con la amenaza que se nos presentaba en esta ocasión, muchas vidas se perdieron, pero siempre recuerdo a una célula en especial, un glóbulo blanco conocido como neutrófilo, era pequeño y sin experiencia, acababa de salir de la médula ósea, pero él nos dejó un gran mensaje a todos y es por eso que ahora yo les comparto sus memorias que dejó plasmadas en éste diario:
Diario del neutrófilo
Miércoles 1 de abril
Hoy es el gran día, mi salida de la médula ósea ¡estoy tan emocionado! Es mi oportunidad para demostrarle al mundo que valgo algo, que tengo un propósito y que voy a cumplirlo, no puedo esperar a ver como es el mundo exterior.
Viernes 3 de abril
Llevo exactamente 72 horas desde que fui liberado al torrente sanguíneo junto a mis hermanos y puedo jurar que, ¡nunca había estado tan aburrido! Y es que no hay nada que hacer aquí, recuerdo que cuando estábamos en la escuela de neutrófilos nos enseñaron todos los pasos a seguir durante una situación de emergencia, mi trabajo es el de patrullar las venas en busca de algún virus o bacteria que se haya infiltrado, soy algo así como una especie de policía que cuida las calles de este pequeño cuerpo y ¿saben qué? Me encantaba la idea, pero hay que ver lo que es la dura realidad porque nadie me preparó para esto, aquí nunca pasa nada.
Miércoles 8 de abril
Hoy por fin me permitieron hacer mi primer recorrido completamente solo, y si antes decía que esto era pan comido, pues ¡Sorpresa! Me equivoqué este lugar es un laberinto, me he perdido cientos de veces y he pedido instrucciones por ahí otras tantas, todos se burlan de mí hoy, pero gracias al cielo que encontré a una célula amable que se ofreció a ayudarme y me ayudó a ubicarme, creo que es el primer amigo que he hecho en estos días.
Lunes 13 de abril
No había tenido mucho que reportar en mi diario porque realmente no ha pasado nada relevante durante mi estadía en el cuerpo. Ahora ya me he acoplado y tengo una rutina un poco más estable, cada día hago mi recorrido por las venas para patrullar que todo esté en orden, de vez en cuando me pierdo, pero ahora ya es con menos frecuencia.
Pero hoy, agradecí el haberme perdido y es que por fin pasó algo memorable ¡encontré una célula infectada! No puedo ni describir lo emocionado que me sentí de ser parte por fin de un evento de este calibre, claramente conozco el protocolo y sé que debía encargarme del virus que estaba dentro de la pobre célula, pero, era demasiado fuerte y me alegra decir que mi prima macrófaga apareció para apoyarme ¡incluso a alguien con su experiencia le costó derrotarlo! Pero creo que pudo hacerlo y digo creo porque, aunque me da vergüenza decir esto, me desmayé en plena batalla.
Viernes 17 de abril
Este virus ya lleva en el cuerpo cerca de 5 días y aún no hemos podido con él, al día siguiente de haberlo encontrado fui a buscar a la macrófaga que me ayudó para preguntar que había pasado, me dijo que el comandante de las células inmunes, el linfocito TCD4+ había ordenado que todos se movilizaran para atacar al virus al que llaman curiosamente “Coronavirus” es un nombre bastante extraño, pero bueno ¿quién soy yo para juzgar el nombre cuando el mío es igual de extraño?
Martes 21 de abril
La infección ha avanzado, cada vez son más células infectadas y nadie sabe qué hacer contra ellas. La temperatura ha incrementado desde ayer y se ha vuelto insufrible, muchos de los glóbulos rojos están agotados por llevar oxígeno al cerebro y corazón, el estómago tampoco ha estado trabajando mucho, toda la energía esta destinada a combatir esto, incluso se ha duplicado la seguridad y las células dendríticas son cada vez más ¡están en todas partes!
Jueves 23 de abril
Hoy, mis hermanos neutrófilos y yo fuimos a hablar con el comandante TCD4, es una célula imponente he de decirlo yo estaba planteándome seriamente el salir corriendo de allí, pero ya habíamos llegado y no podía echarme atrás. Mi amigo, la célula de memoria estaba ahí también, junto con el jefe de los macrófagos y de las células dendríticas, había algo que estaban debatiendo pero no llegué a enterarme del qué, pedimos ayudar en las misiones contra el virus, sin embargo, no nos dejaron somos de las células menos potentes en el sistema inmune y no podríamos hacernos cargo solos, eso fue lo que dijo, pero….no pienso hacerle caso.
Miércoles 29 de abril
He seguido con mis patrullas de rutina, pero siempre intento estar presente cuando hay células infectadas, no es muy difícil ya que estas surgen como cucarachas, pero lamentablemente nunca he podido ganarles en una batalla, ni siquiera a una es tan frustrante.
Viernes 1 de mayo
Este coronavirus lleva aquí ¡¡¡casi un mes!!! Y eso que al inicio los macrófagos juraban que se parecía mucho a una simple gripa, que equivocados estábamos, pero bueno hoy escribo porque por fin ha pasado lo peor y es que hoy han soltado a las células asesinas, son unas salvajes S-A-L-V-A-J-E-S, acaban con todo a su paso, pero ni siquiera ellas han podido controlar esta infección, las células infectadas siguen apareciendo y cada vez hay un mayor riesgo de que la infección se vaya a los pulmones y llegue a complicarse, no estoy seguro de si podremos con esto.
Jueves 7 de mayo
Hemos estado librando una batalla con las células infectadas a la entrada de los pulmones desde hace 2 días, por fin se han decidido a dar el golpe final y nosotros seguimos sin tener idea de cómo parar la infección.
Sábado 9 de mayo
Estamos rodeados, nos han tendido una emboscada en una de las venas que llevan al pulmón izquierdo, estamos agotados y sin fuerzas, ni siquiera las valientes células asesinas saben qué hacer. Pero se me ha ocurrido una idea, hubo una vez que nos hablaron acerca de un mecanismo de defensa infalible y letal, la bomba NETs, es un mecanismo que todos los neutrófilos tenemos en nuestro interior y que podemos activar en cualquier momento, es nuestra única esperanza.
Creo que ya todos se han dado cuenta de lo que voy a hacer porque incluso los macrófagos me ven horrorizados, me alegra que el virus no sepa acerca de esta bomba, porque una vez que la active será como una granada, una ola expansiva que arrasará con todo a su paso, así que espero que mis compañeros corran a refugiarse para que no los alcance, al menos creo que ya nadie podrá decirme que no hice nada productivo con mi vida en el cuerpo, espero que todo salga bien.
La bomba NETs del neutrófilo atrapó a muchas de las células infectadas y terminó con ellas, es como un mecanismo de autodestrucción, jamás pensé que llegaría a ver como un neutrófilo tomaba ese difícil camino. Se volvió un héroe pues gracias a él ganamos una batalla importante.
El día que encontré el diario del neutrófilo fue el mismo día en que pudimos controlar la infección por coronavirus, fue todo muy repentino porque en pocos días las células B por fin dieron con la receta para crear los anticuerpos específicos y una vez reconocido el virus y acoplado al sistema, también los linfocitos novatos Th0 se hicieron linfocitos especializados. Todo volvió a la normalidad unas semanas después de eso y hasta ahora he guardado este diario, como parte de una de mis memorias del ataque. Y es que, por si aún no lo han averiguado soy una célula de memoria y mi trabajo es guardar la mayor información posible sobre todos los virus a los que nos hemos enfrentado; sin embargo, esta memoria tiene un valor especial para mí, porque nunca olvidaré al pequeño neutrófilo que dio su vida por intentar salvarnos a todos y aunque su sacrificio no consiguió aniquilar al virus, nos recordó a todos que somos importantes, desde las poderosas células asesinas hasta los pequeños neutrófilos que patrullan por las venas en busca de la siguiente amenaza.
