Enemy: lo extraño en el cine
En la literatura existe un movimiento denominado el new weird, en donde se entrecruzan la incertidumbre, el miedo y la repulsión. En este género, algunos escritores como China Miéville exploran las fronteras entre el horror, la ciencia ficción y lo extraño. El new weird, trabaja esencialmente sobre paisajes urbanos, ya no en cuevas alejadas o bosques oscuros, sino en las grandes masas de edificios y en las avenidas inundadas de gente. También aborda de manera explícita las problemáticas sociales que tienen que ver con las ideologías en boga, cuestionándolas sin tregua.
¿Será posible que en el mundo cinematográfico se esté desarrollando también ésta corriente estética? Si es así, la película Enemy, distribuida en el 2013 por la compañía neoyorkina A24 -quien también distribuyó películas como Under the skin, Tusk, Ex Machina, y Dark Places– y dirigida por Denis Villeneuve (The arrival, Blade Runner, Dune y próximamente Rendezvous with Rama), podría ser una fiel representante de este género, ya que a mi parecer, cumple con los elementos que logran dotar a la historia de una ambigüedad malsana, provocando en el espectador emociones de absurdidad, angustia y sobre todo, extrañamiento ante lo que sucede en la secuencia.
Sinopsis: Adam Bell (Jake Gyllenhaal) es un profesor universitario, quien comienza a tener sueños muy bizarros (arañas y erotismo, vaya combinación) mientras lidia con una relación difícil con su pareja. En medio de la depresión, un amigo le recomienda una película, y mientras la ve, se da cuenta de que uno de los extras guarda un terrible parecido con él. La obsesión por saber más sobre este doppelganger lo hará inmiscuirse en la vida de Anthony Claire (también Jake Gyllenhaal), un actor segundón.
La trama avanza en medio de la desconfianza, la curiosidad y los juegos de poder, hasta que un intercambio momentáneo de lugares desembocará en una tragedia.
Esta película fue nombrada la mejor película canadiense del 2014, por la Toronto Film Critics Associations Awards. Tristemente, no se le dio tanta difusión y no muchas personas la conocen. Si les interesa el cine weird, pienso que esta película vale la pena. Tiene excelentes actuaciones y los diálogos están bien construidos, remitiéndonos a una profundidad de la historia que nunca conoceremos, que solo podemos imaginar. Las escenas en plano cercano y en distintas variantes del sepia le confieren una dimensión de enrarecimiento, de extraño.
La forma en que se toca el tema de lo absurdo de las sociedades modernas es sutil e inteligente, ya que la crítica a un mundo en donde el ser humano está totalmente atrapado por lo cotidiano nos permite entender cómo una situación rara, que rompe con la realidad, es una forma de escapatoria ante lo deprimente y oscuro de la vida.
Algo extraño sucede con uno de los gemelos, un secreto oscuro y retorcido, tal vez fantástico, que la argumentación no explica, solo nos lo deja entrever en alguna de las escenas, a través de algunas de las conversaciones, de las miradas. El final es uno de los más sorprendentes que he visto. Me dio medo, asco, en fin, me encantó.
Basada en la novela del escritor portugués José Saramago “El doble”, esta película aborda el tema de la identidad, el de la originalidad y el supuesto orden de las cosas. También utiliza metáforas poderosas para hablar de cómo el totalitarismo social nos va empujando de manera imperceptible hacia un pensamiento común, privándonos de lo que nos diferencia de los demás. ¿Recuerdan de qué va la clase del profesor Bell?
Me parece que es una película valiosa que te deja pensando sobre muchas cosas, además de presentarnos las grietas en la realidad a través de las cuales lo weird se desborda en nuestro mundo.
Recursos: Fotogramas del film.

Es egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, sus trabajos literarios versan sobre temas de horror, fantasía oscura y lo weird. Es autor de la columna Umbrarum hic locus est en el Círculo Lovecraftiano&horror.