Vegetal
Cuento ganador del concurso «El cuento en cuarentena». Es difícil recordar la noche en la que el abuelo inició su transformación en árbol. No tanto por la desesperación de mi padre al llegar con la noticia, sino por nuestra falta de vigor, de ímpetu y valentía. Nuestras ganas de no hacer nada. Al principio, cuando aparecieron las primeras ramitas, se lo atribuimos al tiempo. “Es la edad”, decía mi madre para tranquilizar las aguas; sin embargo, una vez que yo acudía a la casa de los jardínes y atravesaba con…
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